Arsuaga y Martínez de Pisón dialogaron en el Aula de SOStenibilidad de UNIAsobre el "ser urbano"
El catedrático de Paleontología de
la
Universidad Complutense de Madrid y director del Centro de Evolución y
Comportamiento Humano de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga, y Eduardo Martínez de Pisón,
catedrático de Geografía de la Universidad Autónoma de Madrid, dialogaron en una nueva edición de los Diálogos en la frontera de la SOStenibilidad,
bajo el lema "Sobre las consecuencias ecológicas y evolutivas del
`ser urbano´", organizados por la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en Sevilla. Esta actividad contó también con la participación de la vicerrectora de Igualdad, Cultura y Cooperación
al Desarrollo de la UNIA, Yolanda de la Fuente, el director del Aula de Sostenibilidad (Aula SOS) de la UNIA, Carlos Montes, y el director de Acción Social de la Fundación Cajasol, Luis Miguel Pons. Ambos ponentes coincidieron en afirmar que son "envidiados" por los jóvenes, "por haber conocido la naturaleza en España, que ha desaparecido".
Arsuaga abrió el debate afirmando que dos de las tres preguntas de la Filosofía clásica, quiénes somos y de dónde venimos, son lo mismo, "ya que cuando se le pregunta a alguien quién es, contesta de dónde es". Acerca de la tercera cuestión, hacia dónde vamos, dijo no tener respuesta. "Cuando alguien se plantea adivinar el futuro, lo ve como algo que otros preparan y nos caerá encima, aunque el futuro será lo que preparemos nosotros", señaló, al tiempo que incidió en la importancia de "mirar cómo era nuestro país antes de nuestros abuelos y bisabuelos y ver las consecuencias de que la gente abandone el campo y se vaya a la ciudad".
Martínez de Pisón comenzó su intervención hablando de que la diferencia entre el hombre libre y el esclavo es la responsabilidad. "De lo que hagamos, seremos responsables", anunció el geógrafo, quien recordó que nació en Castilla, "en la Edad Media", y vivió la posguerra "sin luz y con restricciones eléctricas, yendo de un pueblo a otro en burro, y viendo arados romanos y azadas". "Estábamos más cerca de nuestros antepasados que del mundo actual. En el mundo de hoy, las montañas de han vaciado de gente y de actividades. En la Antártida sólo hay científicos. Y es necesario que haya osos y lobos, y naturaleza remota, porque ahora con Google ya no hay lugares inhóspitos. La naturaleza se ha disipado en España y en muchas otros países, el mundo urbano le está dando a la naturaleza un carácter turístico", aseveró.
Por contra, Martínez de Pisón añadió que "la conservación de la naturaleza es una aportación de la ciudad, un acto de generosidad del mundo urbano, porque el mundo rural era más invasivo y buscaba el aprovechamiento". Al hilo de esta cuestión, Arsuaga indicó que los últimos pueblos de cazadores y recolectores no estaban en los mejores sitios, sino en zonas casi marginales, y se refirió a que la agricultura moderna y mecanizada no representa a la sociedad rural, "que era rica en personas y tenía expectaticas para jóvenes y niños".
En relación con las ciudades, el geógrafo manifestó que las ciudades eran antes "islas y oasis", donde estaba "el burgo, el arrabal o alfoz, y lo demás; muchas ciudades que antes no eran nada y habían pasado la línea roja de la subsistencia, ahora se han repoblado a costa de las provincias y el ámbito rural"; mientras que, según el paleontólogo, "no da tiempo de que se formen ciudades de tamaño medio, que resulten atractivas para la población". Como ejemplo indicaron que en Francia y Alemania hay ciudades de todos los tamaños, mientras que Argentina "está descosida, porque no hay ciudades" y China está saturada en la parte oriental y despoblada en la occidental. "China está cambiando de piel con una revolución territorial, donde hay núcleos urbanos, pero sin alrededores; están conviertiendo senderos en autovías y creando ciudades, en menos de un año", comentaron.
Para terminar, Juan Luis Arsuaga se preguntó si se quiere construir un futuro que pase porque la gente, que vivirá de media 82 años, lo haga en grandes ciudades, con quince millones de habitantes, y reflexionó afirmando que, "aunque regresar al pasado no es posible, por nuestra naturaleza volvemos al reagrupamiento, porque el ser humano siempre busca la forma de volver a nuestro modelo, propio de una especie de relaciones sociales". Por su parte, Eduardo Martínez de Pisón concluyó afirmando que "el hombre urbano de hoy necesita volver a la prehistoria y a la naturaleza a cazar mamuts".
Representantes de la UNIA
El director del Aula SOS explicó que estos diálogos llevan haciéndose cinco años y recordó que, concretamente éste, es la continuidad del 9º Foro Internacional Saberes para el Cambio, celebrado hace un mes en Sevilla. En su introducción comentó que el hábitat de la mayor parte de la población mundial es la ciudad "algo que condiciona la sostenibilidad del planeta". "Los tiempos urbanos son rápidos, intensos e impredecibles. Se imponen los tiempos humanos a los tiempos de la naturaleza, lo que poduce una desnaturalización de nuestra civilización, donde ya no existe contacto de unos con otros, y somos cada vez más tecnofílicos y sedentarios", afirmó Montes, quien agregó que "el proceso de hominización biológica ha terminado y hemos pasado a la humanización en ambientes urbanos". De los ponentes comentó que Asruaga "es el científico que susurra a los huesos hasta hacerlos hablar", y que Martínez de Pisón "pone voz al silencio de las montañas y sus gentes".
Por su parte, la vicerrectora de la UNIA dijo que hará lo posible porque el Aula de SOStenibilidad siga siendo "la estrella" de la programación de su vicerrectorado, ya que desde ésta "se promueve el debate y el diálogo, especialmente con participación ciudadana", y anunció que impulsará que las actividades que desarrolla se incluyan en el 3er ciclo de otras universidades españolas y latinoamericanas, pertenecientes al Grupo de Universidades La Rábida.
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José Antonio Naranjo, nuevo vicerrector de Empleabilidad y Redes Internacionales de la UNIA
